Arena

El universo gira sobre su propio eje, y así cada uno de sus componentes. Pero que sucede cuando una pequeña partícula de este desierto oscuro y estrellado no tiene este eje. Pareciera que se genera un agujero absorbente de energía negativa. De soledad, de arides. Como un grano de arena frio, seco, hermitaño y disperso. Brillante y opaco, en una multitud de almas girando en torno a si mismo, mientras esta se conserva pesada y estática sin viento que la mueva, calida, blanda en cuanto encuentre esa gota de agua que la oscuresca, para no ser un grano mas de la inmensidad palida. Un espejo mas sin ente que reflejar. 

La red de las arañas.

Una trampa, una presa, ¿quien es la presa?, una solitaria alma de 8 patas victima de sus vicios emplea su veneno, atrae, seduce, engaña, intoxica, por un poco de compañía. Pero tiene un apetito voraz, necesita integrar un poco, teme quedarse sola y destruye eso que es la única luz que iluminó alguna vez su cueva, ¿por que?, hambre?, miedo?, desesperación?, desesperanza?. Quizás nunca lo sepa, pero solo necesitó un trozo de ti, algo que permanezca eterno, aunque haya perdido el alma. Nos embriagamos sabiendo que seria nuestra última cena.

Piel de serpiente.

Como en un ciclo, es necesario a veces que caiga la noche, para que puedan emerger los vivos rayos del sol,  como el ave fenix, levantandose de las cenizas, para esto se estudia detalladamente cada punto ciego, cada herida, cada debilidad, de manera tal que una vez recuperado, poseas esta caparazón mas solida, primero se abre la herida, y luego se fortalece la cicatriz, agonizar para contemplar la vida de manera revitalizada, reptando metalico indestructible, nuevo.