La ciudad del silencio está repleta de búhos, con sus pupilas dilatadas, alerta, ante una densa brisa de indiferencia que eriza sus plumas. Ellos se encuentran observando, callando, pensando, en 360 grados, queriendo comunicarse, pero algo los hace detenerse. Son identificables, se muerden sus uñas, usan audífonos, desvían la mirada, tapan su rostro con el flequillo pero ahí están, sin ser escuchados, por miedo, el sentimiento más atador que se puede incrustar en la conciencia, en el metro arrinconados a la puerta trasera, en la micro, parados frente a la salida central, pero solitarios como un escarabajo en el desierto.
jueves, 13 de octubre de 2016
La ciudad del silencio.
La ciudad del silencio está repleta de búhos, con sus pupilas dilatadas, alerta, ante una densa brisa de indiferencia que eriza sus plumas. Ellos se encuentran observando, callando, pensando, en 360 grados, queriendo comunicarse, pero algo los hace detenerse. Son identificables, se muerden sus uñas, usan audífonos, desvían la mirada, tapan su rostro con el flequillo pero ahí están, sin ser escuchados, por miedo, el sentimiento más atador que se puede incrustar en la conciencia, en el metro arrinconados a la puerta trasera, en la micro, parados frente a la salida central, pero solitarios como un escarabajo en el desierto.
miércoles, 27 de julio de 2016
Bateria Baja
En el trayecto a cualquiera que sea el destino, me encuentro rodeado de gente zombie, mirando sus teléfonos, otros leyendo libros, otros escuchando música. Cada uno con su propio manto de serenidad, como un campo de fuerza aislante de rostros desconocidos y ajenos. Escucho un beep, se acaba de descargar el celular, no tengo libros, no tengo música. Y estoy sumergido en un mar de gente, no se a donde mirar, si hacerme el dormido, si arrancar. Deslizando mis ojos como un scanner a través del tren me encuentro contigo...
No sé si mirarte, pero siento la temperatura de tu mirada, entonces te veo, y se escapa, es como una especie de persecución visual.
Podría detenerme pero ¿Quien soltara los ojos del otro primero?. Temo que contemples mis demonios y heridas.
Llega su estación, se baja.
Luego sube algún músico no muy afinado a presentar canciones cliché,
y yo desprotegido.
No sé si mirarte, pero siento la temperatura de tu mirada, entonces te veo, y se escapa, es como una especie de persecución visual.
Podría detenerme pero ¿Quien soltara los ojos del otro primero?. Temo que contemples mis demonios y heridas.
Llega su estación, se baja.
Luego sube algún músico no muy afinado a presentar canciones cliché,
y yo desprotegido.
lunes, 25 de julio de 2016
Endless Game
- No era el momento indicado, ¿tu donde estabas?.
Necesitaba distraerme, levantarme y fortalecerme.
- ¿Y que hacemos ahora?
Equivocarnos como si fuera por primera vez.
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